Lamas: el restaurante peruano-japonés que revoluciona la gastronomía de Canning

En el corazón de Canning - localidad en pleno crecimiento y repleta de proyectos inmobiliarios y sociales - se encuentra Lamas, el primer restaurante peruano-japonés de la zona. Abierto desde 2022, este acogedor lugar ha conquistado rápidamente el paladar de quienes buscan una propuesta única: la cocina peruana nikkei, una fusión perfecta entre las tradiciones culinarias de Perú y Japón.

Alfredo, dueño y fundador de Lamas, eligió esta zona central del corredor verde como sede de su restaurante debido a su crecimiento exponencial. “Canning está en un momento de expansión con grandes desarrollos inmobiliarios y es un excelente polo para explorar y experimentar con nuevos sabores”. Además, la proximidad de puntos neurálgicos como el Aeropuerto de Ezeiza fue un factor clave para esta elección, ya que le permite conectar con un público diverso y conocedor de nuevas experiencias gastronómicas.

Una experiencia gastronómica única: el concepto de comida nikkei

Lamas se distingue por su propuesta de cocina nikkei, un concepto que fusiona lo mejor de la gastronomía peruana y japonesa. Este estilo culinario nació de la inmigración japonesa hacia tierras incaicas a principios del siglo XX, y hoy en día se ha consolidado como una de las tendencias más innovadoras y sabrosas en el mundo. En Lamas, cada plato está cuidadosamente diseñado para equilibrar la frescura y delicadeza de los ingredientes japoneses con los sabores intensos y marcados de la cocina peruana, creando una experiencia sensorial única en cada bocado.

Asimismo, el restaurante ofrece una carta variada que se adapta a diferentes preferencias y necesidades de sus comensales. Entre sus novedades de esta temporada se destacan el lomo saltado al pisco, una versión renovada del clásico plato peruano, y la parrilla de mariscos, un festín para los amantes de los frutos del mar. 

Por otra parte, cuenta con opciones para quienes buscan alternativas vegetarianas de la mano del Sushi Veggie, una deliciosa propuesta que cautiva a quienes prefieren una variante libre de proteína animal. Sin dejar de lado a quienes se acercan por un almuerzo rápido y delicioso, Lamas también presenta un menú ejecutivo y menús especiales pensados para los trabajadores del aeropuerto, lo que convierte al lugar en una opción perfecta para disfrutar de un buen almuerzo sin perder tiempo.

Una propuesta innovadora: el sushi libre

Una de las características más destacadas de Lamas es su propuesta de sushi libre, disponible de lunes a viernes de 20 a 22:30 horas. Este concepto permite a los comensales disfrutar de una amplia variedad de sushi, preparado por expertos chefs en el momento, para satisfacer todas las ganas de comer que surgen al final del día. Esta oferta atrae tanto a los fanáticos del sushi como a quienes buscan disfrutar de una experiencia gastronómica diferente y deliciosa a un precio accesible.

Entre los platos más solicitados de Lamas se encuentra la degustación de ceviches, que permite probar tres versiones del emblemático plato peruano: ceviche clásico, de mariscos y de pulpo. 

El ceviche es fresco, con sabores vibrantes, una acidez equilibrada y la textura perfecta, haciendo honor a la tradición peruana mientras le da un toque personal con la influencia japonesa. Es, sin duda, un menú obligatorio para quienes visitan el restaurante por primera vez.

Lamas se encuentra sobre la Avenida Mariano Castex al1416, en el local 4: un lugar de fácil acceso para ir a cualquier hora del día. El restaurante cuenta con horarios cómodos para sus comensales, abriendo sus puertas todos los días para ofrecer lo mejor de la cocina peruana nikkei con un ambiente cálido y un personal altamente capacitado para que tu visita sea inolvidable.

Si todavía no conocés Lamas, no esperes más. Aprovechápara disfrutar de una experiencia gastronómica única en unambiente moderno y acogedor que representa un viaje a lo mejor de dos culturas tan distintas como cautivadoras. Lamas es mucho más que un restaurante; es un espacio para disfrutar, explorar y dejarse sorprender por la creatividad de sus platos.