
De entregar pizzas en bicicleta a cocinar en “La Peña de Morfi” en Telefe: Federico Ramírez y una historia de superación
Gastronomía11 de marzo de 2025

En una de las clásicas entrevistas que proliferan desde El Corredor Verde tuvimos el placer de charlar con Federico Ramírez, vecino de Ezeiza y chef, cuya historia es un ejemplo de perseverancia y pasión.


Con humildad y esfuerzo, este carismático personaje supo transformar los momentos más difíciles en oportunidades, confiando en su talento incluso cuando el camino parecía cuesta arriba.
Hoy, su dedicación lo ha llevado a formar parte de “La Peña de Morfi”, el programa culinario más destacado del país. En un mano a mano exclusivo, Fede nos compartió cómo el amor por la cocina y el apoyo de quienes lo rodean lo impulsaron a superar obstáculos y convertir su sueño en realidad. Una historia inspiradora que conecta trabajo duro y fe en uno mismo.
- ¿Cómo fueron tus primeros pasos en la cocina?
Todo comenzó un año después de ser papá. Teníamos un negocio en un lugar céntrico de Ezeiza, pero al abrir en frente nuestro un mayorista se hizo imposible mantenerlo. Tras una charla con mi mujer le dije casi sin pensarlo y de la nada que iba a vender comida. Ella llorando, porque no estábamos con un buen pasar económico y éramos padres recientemente, me dijo ‘¿vos pensás que vamos a vivir de una empanada?’; a pesar de ello comenzamos a vender comida -sin tener conocimientos mayores ni estudios previos - y tratamos de mantener como podíamos el negocio, sin cerrarlo. Incluso al no tener vehículo llevábamos los pedidos en bicicleta, y durante un año prácticamente estuvimos vendiendo a razón de una pizza por día nada más. Y si bien todo parecía indicar que no era por ahí el camino, algo me decía en mi interior que no baje los brazos. Esa constancia y el ser cada día más responsable hizo que la gente nos empiece a comprar más, me perfeccioné, mejoré las recetas, pero hubo un quiebre que me impulsó a ser un profesional.
- ¿Cuál fue concretamente?
Que una noche discutí con una persona por una pizza de bocconchino, que me dijeron que tenía menos queso y la había cobrado más cara, pero es un estilo de pizza estilo napolitana que lleva casi nada de mozzarella. Le terminé devolviendo la plata creo y mandando una nueva sin cargo, pero ahí me enojé y entendí que tenía que ponerme a estudiar para darle una respuesta con conocimiento a la gente, sin enojarme. Con mucho esfuerzo me costeé los estudios, pude capacitarme como correspondía y desarrollar esa parte artística que siempre había tenido dentro mío. Al tener un plato adelante mío era como un pintor que veía un lienzo vacío sobre el que iba a desarrollar su obra, y eso los profesores lo empezaron a notar, se daban cuenta de la pasión que le ponía. En síntesis, tomé esas críticas de algunos clientes en mis inicios no para mal, sino para hacer lo opuesto, que fue motivarme para buscar la perfección y el progreso personal.
- ¿Cómo llegaste a trabajar de lo que te gusta en la televisión?
Al año y medio de haber comenzado a estudiar cayó un profesor nuevo al instituto, que tenía un amigo que trabajaba en Telefe. Ese profe cuando me conoció me preguntó si ya trabajaba como cocinero, entonces le conté que tenía un emprendimiento, algo sencillo. Según él, se dio cuenta de mis cualidades por la postura que tenía, y desde ahí comenzó a poner fecha en mí. Un día me preguntó si quería trabajar en el Sheraton o en el NH, un sueño para cualquier persona que está en el ambiente de la cocina, pero como yo apostaba mucho a mi negocio que en efecto había empezado a remontar decidí rechazar la propuesta. A los dos meses volvió a escribirme para decirme que tenía otro ofrecimiento; yo no entendía porqué habiendo tantas personas se fijaba en mí, pero la cuestión es que me consiguió una entrevista con los productores gastronómicos de Telefe. Fue todo una locura, cuando uno ingresa al canal y ve a Verónica Lozano, a Susana Giménez, a Pichu Straneo entrando al camarín, te das cuenta que todo eso que uno veía de chiquito pasa a estar enfrente tuyo, y sin dudas es hermoso. Por suerte causé una buena impresión y empecé inmediatamente a trabajar en un lugar que tiene un clima laboral increíble.
- ¿Cuál fue tu mayor desafío/logro en tu carrera?
El mayor desafío, y al mismo tiempo un logro, es vivir de una profesión que me gusta y encontré sobre la base de una necesidad. Sabía que para ponerme a vender pizzas tenía que capacitarme para que fueran las mejores, no para ganarme unos pesos y listo. Destaco que pude seguir adelante a pesar de no tener un gran poderío económico, de hecho, yo me crie en un hogar escuela, vengo de San Juan, de modo que no tenía nada a favor y fue un gran desafío seguir adelante más allá de todas las trabas. Y otra cosa que me gusta es ayudar a otras personas, con puestos de trabajo, en un lugar digno y un ambiente ameno en el que se puede aprender con paciencia y amor.
-Además de conocer mucho sobre tu rubro, ¿qué otras cualidades se necesitan para estar en la tele?
Considero que además del conocimiento tenés que ser un cocinero súpero completo y con mucha experiencia para trabajar bajo presión. Nosotros estamos 12 horas en un programa en vivo, es impresionante la presión que se siente en ese momento, aunque a mi la adrenalina me encanta. Es clave tomar los desafíos en forma personal y poner todo de vos para que salgan adelante. Las recetas que hacemos son un verdadero reto, uno tras otro. También se me dio la posibilidad de trabajar para las marcas, de hacer los platos terminados que salen en la tele. Es importante embellecer el producto en su máximo esplendor, por eso la parte creativa que siempre tuve creo que me ayudó mucho para llegar a la tele. Como moraleja puedo decir también que mi caso muestra cómo se puede llegar lejos con mucha perseverancia y desde abajo sin tener los mejores ingresos.
- Aparte de la Peña, ¿estuviste en otros programas?
Cuando uno firma un contrato se vuelve un poco exclusivo. Me llamaron de Canal 9 para trabajar con Gimena Monteverde, también con el tema de las recetas y ciertas marcas, pero era de lunes a viernes, y yo en la Peña estoy justamente los viernes y domingo. Ahora si es un programa que compite con la Peña ya ahí no podría ir, tampoco divulgar información sobre invitados y demás. Prioricé además que los profesionales con los que trabajo en Telefe son los mejores en su área.
- ¿Qué sueños o metas te quedan por perseguir en el futuro?
Me encantaría trabajar o ponerme un restaurante a la vista, tener una cocina central con mesas a su alrededor y brindar un show para cocinar a la vista de la gente, con expertos diferentes todas las semanas con propuestas gastronómicas variadas. Sería un gran desafío porque es algo que se ve poco, pero este tipo de restaurantes son súper exclusivos y me gustaría armar algo así en Ezeiza. Por otra parte, este año en La Peña tendré desafíos cada vez más difíciles, y sin dudas otra meta será hablar con aquellas personas que se sientan estancadas para transmitir mi historia y dejar un mensaje de esperanza.







Lamas “Peruvian food and sushi”, donde la tradición peruana se encuentra con la elegancia japonesa

Un histórico comercio de Cañuelas que había cerrado reabrirá como nuevo bodegón

Risotto de Lomo: la mejor fusión de dos clásicos que podés hacer en tu casa

Lamas: el restaurante peruano-japonés que revoluciona la gastronomía de Canning



La laguna de San Vicente contará con un nuevo equipo para la limpieza del espejo de agua

Se inauguró en Ezeiza Venni, la fábrica de helados artesanales de Lippee


