Cuando Ezeiza era parte del océano: un fenómeno real y milenario
Sociedad26 de marzo de 2024Corredor VerdeHace miles de años, Ezeiza y Esteban Echeverría formaban parte de un paisaje sumergido bajo el agua. Investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora revelan que entre 8 mil y 10 mil años atrás, debido al clima cálido y al menor volumen de hielo en los polos, gran parte del actual territorio de Ezeiza estaba inundado. Incluso se extendía hacia los partidos de Esteban Echeverría y las partes más bajas de Lomas de Zamora.
Para tener una idea de la geografía, la zona comprendida entre la Avenida Juan XXIII, Molina Arrotea y Oliden en dirección al Riachuelo se encontraba sumergida, mientras que el resto emergía sobre la superficie. Incluso la mitad de la Reserva Natural Santa Catalina se encontraba bajo el agua.
La presencia de la laguna de Santa Catalina es una evidencia destacada de este pasado acuático del distrito. Otras lagunas también respaldaban este hecho, pero desaparecieron debido a la urbanización en las áreas de Lomas y Banfield. A día de hoy, se pueden observar algunas diferencias de altitud en Santa Catalina.
Este fenómeno también explica la abundancia de restos fósiles a lo largo del Corredor verde.
Con el paso del tiempo, las temperaturas del planeta descendieron, provocando la acumulación de hielo en los polos. Esto resultó en la disminución del nivel del mar y la aparición de tierra firme en gran parte del territorio.
Con el transcurso de los siglos, la transformación de Ezeiza y Esteban Echeverría fue evidente. A medida que el nivel del mar descendía, la tierra emergida comenzó a colonizarse y evolucionar. La flora y fauna se adaptaron a este nuevo entorno, dando lugar a ecosistemas diversos y prósperos.
Los antiguos cuerpos de agua se convirtieron en valiosos recursos para las comunidades humanas que se establecieron allí. Los lagos y ríos proporcionaron agua potable, sustento para la agricultura y hábitats ricos en vida silvestre. Los primeros habitantes aprovecharon estos recursos naturales, desarrollando técnicas de pesca y agricultura que les permitieron prosperar.
Con el tiempo, se formaron asentamientos y se construyeron caminos para facilitar el comercio y la conectividad entre las distintas comunidades. La tierra firme fue moldeada por la mano del hombre, con la agricultura y la ganadería convirtiéndose en actividades económicas fundamentales.
Hoy en día, Ezeiza y Esteban Echeverría son distritos prósperos y en constante crecimiento. La urbanización ha transformado el paisaje, dando lugar a ciudades modernas, infraestructuras y servicios necesarios para una vida contemporánea.
Sin embargo, a pesar de todos estos cambios, la historia geológica y el antiguo pasado marino de la región siguen presentes en la memoria colectiva. La preservación de sitios arqueológicos y la conciencia sobre la importancia de cuidar y proteger el entorno natural son aspectos clave para mantener vivo el legado de aquellos tiempos en los que Ezeiza era parte del océano