Ana Rey: la artista multifacética de Canning que cautiva con sus cuadros

Tendencias26 de marzo de 2024Corredor VerdeCorredor Verde
Ana Rey
Ana Rey

Suele decirse que el arte refleja lo más íntimo y recóndito del pensamiento y la habilidad de expresar libremente las emociones y sensaciones humanas. Donde una persona ve un paisaje triste otra ve energía; los colores y los objetos pueden cobrar vida según quien tenga en sus manos un lápiz o un pincel, incluso, un instrumento musical.

Para Analía Reynoso, más conocida por la región del corredor verde como “Ana Rey”, el arte representa una inspiración diaria que se transforma luego en piezas maestras para todos los gustos. Desde el taller montado en su hogar, esta artista visual y diseñadora de indumentarias trabaja con obras que las y los vecinos de la región le encargan atraídos por su talento.

Es que hay dones que vienen desde la cuna y que no se incorporan con la práctica. Ana pinta y dibuja desde los 6 años, una muestra irrefutable de que su destino estaba ligado al arte. “Cuando era chica mis padres veían que yo en vez de jugar lo único que hacía era dibujar, hacía mis casas de muñecas con cajas de zapatos y rompía cáscaras de huevos para hacer cuadros”, recordó.

Una vez que finalizó la secundaria entró a trabajar en una empresa de catering aéreo en el Aeropuerto de Ezeiza donde llegó a ser jefa de compras; al mismo tiempo, estudiaba diseño de indumentarias en el Instituto Mariano Moreno de Capital Federal.

En 2008, Ana decidió abandonar su empleo y fue convocada por la Escuela de Artes y Oficios de Esteban Echeverría para dar cursos gratuitos en los que conoció a profesores que la incentivaron a estudiar pintura de caballete, el puntapié para insertarse de lleno dentro de un mundo completamente diferente al que había transitado durante 11 años en su anterior trabajo.

Tras ser convocada en 2014 para una muestra llamada “Kilómetro Arte” en Canning, Reynoso empezó a hacer con mayor frecuencia dibujos figurativos, es decir, de personas y paisajes, en los que incorporaba otro elemento: la tela. “Sentía que de esta forma también incluía parte de lo que aprendí en diseño de indumentarias”.

La profunda adquisición de conocimientos, acompañados de un talento natural que hizo su parte, la llevó a dar seminarios y clases de pintura en distintos espacios: en efecto, luego de la pandemia, Ana Rey participó en una muestra llamada “Arte en Vivo” en Plaza Canning, lugar en el que dio un taller gratuito para niños en invierno. Precisamente el año pasado fue cuando se lució con una obra a la que llamó “Messi abstracto”.

“Hace más de un año que pasé de lo figurativo a la abstracción: esto significa desfigurar el presente, interpretarlo con colores y formas de manera que le llegue a cada uno de un modo diferente”, afirmó.

También en 2023, Ana comenzó a ser auspiciada por la marca de pinturas “Eterna” que puso la lupa sobre su trabajo y hoy le ofrece sus productos para que deje volar su imaginación. 

Vuelta al primer amor

Según explicó la artista, su gran deseo “es volver a su primer amor, que son las telas”. Es por ello que en muchas ocasiones realiza obras “que se puedan apreciar desde lo visual, pero que se puedan tocar y sentir la textura de la tela”. A su vez emplea otros elementos como arena, espátulas y pedazos de madera que le dan un toque diferente. 

De esta forma, en la actualidad Ana trabaja en el estudio montado en su casa en la confección de cuadros y obras a pedido. Vincent Van Gogh, Pablo Picasso y Gustav Klimt son sus tres referentes que la inspiran e impulsan a mejorar cada día un poco más. 

“Me motiva exponer mi arte y seguir mejorando, que con mis cuadros la gente pueda decorar su oficina o su casa y ser feliz”, finalizó. 

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