Tecnología Por: Erica Bogado15 de enero de 2025

Apuestas online: un problema que impacta sobre los jóvenes y que amerita regulaciones urgentes

Imaginemos por un momento un Superclásico entre Boca Juniors y River Plate, los dos clubes más emblemáticos de Argentina, con cada equipo vistiendo camisetas que promocionan marcas de cigarrillos. Sería de mínima algo llamativo, si se tienen en cuenta las graves patologías que pueden desencadenarse por su consumo en exceso. Una parte de la sociedad posiblemente condenaría de inmediato la promoción de un producto tan nocivo para la salud, y no faltaría quien pidiera regulaciones más estrictas.

Sin embargo, hoy vemos a estos mismos clubes —y a otros tantos en el mundo— lucir en sus camisetas el logo de casas de apuestas online. Aunque menos evidente, el daño que causan estas plataformas no es menor, especialmente entre los jóvenes.

El problema de las apuestas online y los casinos en internet va más allá de la publicidad: está en su acceso ilimitado y su capacidad para generar adicción. Según un estudio realizado entre marzo y julio de 2024, el 38% de los jóvenes argentinos admitió haber apostado al menos una vez en línea. Además, el 75% de ellosconsidera que las apuestas en línea pueden convertirse en una adicción, y el 70% reconoce que esta práctica tiene efectos negativos en la juventud, como problemas de ansiedad y estrés. 

Los adolescentes y jóvenes adultos son particularmente vulnerables porque su cerebro aún está en desarrollo. La parte encargada de controlar los impulsos, el córtex prefrontal, no está completamente madura, lo que los hace más propensos a tomar decisiones impulsivas, como apostar sin medir las consecuencias. A esto se suma la disponibilidad constante de estas plataformas, que están a un clic de distancia en cualquier dispositivo móvil.

Un factor clave en esta problemática es el “juego responsable”, un término que suelen usar las propias casas de apuestas en sus campañas para lavarse las manos. Ofrecen límites de gasto o recordatorios para “pausar” el juego, pero estas medidas son insuficientes frente a los algoritmos diseñados para que los usuarios sigan apostando.

Además, el acceso al crédito fácil y las promociones constantes en todo tipo de páginas web aumentan el riesgo de endeudamiento, un problema que afecta especialmente a los jóvenes de bajos recursos.

El impacto social y familiar también es significativo. Las apuestas online no solo vacían billeteras, sino que también rompen vínculos. Es común que los jóvenes oculten su adicción a sus padres, pareja o amigos, generando una espiral de mentiras y aislamiento. En algunos casos extremos, esta dependencia lleva incluso a cometer delitos, como robos o fraudes, para financiar las apuestas, o también, son muchas veces los padres quienes deben abonar las deudas contraídas por sus hijos.

 

En países como España o el Reino Unido, ya se han implementado regulaciones más estrictas para combatir esta problemática, como prohibir los anuncios de apuestas durante eventos deportivos o limitar la cantidad de dinero que se puede apostar en línea. Sin embargo, en Argentina, estas medidas son prácticamente inexistentes, y el negocio sigue creciendo a costa de la salud de los jóvenes.

Es fundamental que tanto el Estado como la sociedad tomen conciencia de la gravedad del problema. En esa línea, la Cámara de Diputados aprobó recientemente un proyecto para prevenir la ludopatía infantil con fuertes prohibiciones a la publicidad del juego.

Si bien por el momento solo existe una media sanción(el PRO y La Libertad Avanza votaron en contra en Diputados), de aprobarse en su totalidad la ley establece que las casas de apuestas no podrán patrocinar equipos deportivos, influencers o famosos. Los sitios y aplicaciones deberán implementar verificaciones biométricas para impedir el ingreso a menores de edad.

Las apuestas online no son solo un entretenimiento; son una amenaza real para el bienestar de miles de personas. Así como en su momento se logró restringir la publicidad de cigarrillos y promover políticas de prevención contra el tabaquismo, hoy es urgente adoptar medidas similares frente a los juegos de azar online.

El Superclásico es un símbolo de pasión y rivalidad, pero también de unión y cultura. No deberíamos permitir que algo tan valioso se convierta en un vehículo para promover prácticas que destruyen vidas. Las apuestas online no son un juego; son un problema de salud pública que debemos enfrentar con urgencia.