A través de los ojos de Graciela Suarez: “Ezeiza es un distrito que amo por todo lo que ofrece, por lo que es y por lo que yo descubro de él”
La pasión por la fotografía puede llevarnos a lugares inesperados, pero para Graciela Suárez, fotógrafa documentalista de Ezeiza, la inspiración más profunda proviene de su propia familia y de su lugar de pertenencia. Con una trayectoria que se remonta a sus 15 años, esta artista ha perfeccionado su ojo para capturar la esencia de lo cotidiano y, especialmente, la vida de sus 5 hijos.
Sin embargo, su enfoque va más allá de la simple representación: ella busca revelar la belleza en cada momento, sin necesidad de retoques ni artificios. En esta entrevista de El Corredor Verde exploraremos su visión, su proceso creativo y la historia que la llevó a ser una exponente de la fotografía conurbana.
- ¿Cuándo y en qué contexto fueron tus comienzos con la fotografía? ¿En dónde te formaste profesionalmente?
Mi formación en fotografía comienza a los 15 años cuando mi padre, que había sido en los 70 fotógrafo y técnico en procesamiento de películas de cine, me regaló mi primera cámara reflex. Me recuerdo aprendiendo a usarla, colocando y sacando el lente, tocando los botones, descubriendo todo el mundo en ese aparato que el me había regalado. Mi primer curso lo hice a los 16 y tomé fotos con esa cámara mucho tiempo, 15 años más diría, hasta que la cámara se rompió. Una década después, mi compañero y mis hijos me regalaron mi primera reflex digital; ahí es cuando decido comenzar algún tipo de formación más continua, y allí es que doy con una institución privada que ofrecía una formación integral en fotografía inicial, técnica, composición, historia de la fotografía, proyectos, salidas, y fue ahí que conocí a Emiliano Penelas, que es director de fotografía y documentalista.
- Y luego llegó el momento de la UBA
Claro, más tarde en la UBA me especialicé en fotografía con mirada social, en fotografía documental, conservación de archivos fotográficos y en foto reportaje documental. También he realizado algunos tramos en la ENERC, la Escuela Nacional de Cine, pero más allá de esa formación específica en fotografía, lo que me ha ayudado muchísimo es ser profesora de letras y mediadora cultural por la Universidad General Sarmiento, porque en general aprender fotografía no es solo incorporar una técnica, o usar mejor un flash o setearmejor, porque como dice Ansel Adam, “un fotógrafo no hace una foto sólo con su cámara, sino también con los libros que ha leído, las películas que ha visto, los viajes que ha hecho, la música que ha escuchado y las personas que ha amado” .
- Tenés una mirada muy particular en cuanto al mundo que te rodea. ¿Qué te inspiró a capturar la esencia de distintos rincones de Ezeiza a través de la fotografía?
Ezeiza es el lugar donde vivo desde hace casi 20 años. Acá desarrollé mi carrera docente, nacieron cuatro de mis cinco hijos. Es un distrito que amo por todo lo que ofrece, por lo que es y por lo que yo descubro de él. En Ezeiza hay muchísimo verde, mucho campo, muchas cosas para mirar. Hay un entorno natural precioso, se escucha el canto de los pájaros, las ranas en el verano, los grillos, los atardeceres son fabulosos, las nieblas en invierno son muy inspiradoras para mí y bueno, hay algo bello en esto de fotografiar lo que nos rodea, nuestro entorno, el sitio que asumimos como propio. Encontrar belleza en el barrio, los paisajes, los animales, la gente que nos rodea, encontrar emoción en este entorno, todos estos factores actúan como disparadores para mí a la hora de fotografiar el lugar en el que yo vivo.
- ¿Cuál es tu enfoque o estilo fotográfico? ¿Qué buscástransmitir en tus imágenes?
¡Uff! a los fotógrafos y fotógrafas nos cuesta mucho encontrar un estilo. Es como que uno va mirando, buscando con qué se siente más identificado. Es un trabajo que lleva sus años. A mí me gusta mucho la fotografía documental, no soy amiga puntualmente de la edición, de modo que me gusta mostrar mis imágenes lo más parecidas a como se ven a través de los ojos, sin demasiado retoque; me gusta mostrar lo que hay alrededor porque hay mucha gente que comparte fotos de sus viajes de otros lugares que visita que le parecen novedosos. Creo que mi estilo tiene que ver con encontrar lo novedoso, lo creativo, lo que emociona y lo sorprendente en mi entorno. Recorrer mis lugares y poder mirar por primera vez y asombrarme por algo que estaba cerca, que yo no había visto, y a eso convertirlo en foto. Mi mayor interés pasa por documentar lo que me rodea, lo cercano y lo que me interpela, es decir, no perder jamás la capacidad de asombro o que sea lo más parecida a cuando éramos niños.
- ¿Cómo elegís los lugares y momentos para tomar tus fotos?
En cuanto a los momentos tengo especial interés por los amaneceres y atardeceres. La presencia del sol saliendo o cayendo, para mí, es de una potencia arrolladora. El sol es un personaje muy importante y a veces el protagonista en mis fotos. Me gusta ver cómo se cuela entre los árboles, cómo se combina con las sombras en este sentido, los amaneceres y los atardeceres tienen esa cuestión de mucha luz y mucha sombra de un sol que sale o que cae repentinamente, y una parte del encuadre en sombras que en sí son para mí metáforas de la vida misma: luces y sombras que se suceden, que nos rodean y envuelven. Vivimos rodeados de esos claroscuros y eso me interesa mostrar en mi fotografía. Y en cuanto a los lugares, me gusta capturar lugares reconocidos, importantes, pero mucho más me gustan los lugares poco observados, la periferia, el campo, o bien documentar un árbol durante las distintas estaciones, observar cómo pega la luz en distintos lugares. También me gusta fotografiar casas, jardines y animales. Muchas veces hago una recorrida y voy localizando sitios que me gustaría fotografiar y luego vuelvo con la cámara en distintos momentos del año y en diferentes momentos del día.
- ¿Tenés algún proyecto fotográfico en curso o un objetivo a corto plazo?
Un proyecto que llevo adelante hace aproximadamente diez años es el de fotografiar y documentar el crecimiento de mis hijos. Soy mamá de tres varones y dos mujeres y hace tiempo que vengo haciéndoles fotografías documentales, no posadas, donde voy registrando sus actividades, gustos, su crecimiento físico, y de esas imágenes que capturo elijo algunas y con eso estoy armando nuestro álbum fotográfico familiar impreso. Es un trabajo personal que está siempre en proceso. Después tengo otro proyecto que espero poder llevar a cabo este año, que consiste en hacer una muestra fotográfica sobre estas imágenes de Tristán Suárez y del distrito de Ezeiza en general que vengo haciendo desde hace un tiempo. Otra idea que tengo pensada iniciar y sobre la que estoy escribiendo algunas cosas es la de fotografiar mujeres laburantes, de la periferia, jóvenes, madres ancianas, desconocidas y gigantes, diría Silvio Rodríguez. También estoy buscando lugares para dar algunas clases de fotografía, un poco de técnica, pero mucho más de composición y de mirada. Vamos a ver si se da también este año, son muchas cosas que tengo pensadas y trabajaré para poder cumplirlas.
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