Ley de Talles en Argentina
Una batalla contra los estereotipos que se mantiene en pie. Por María Victoria Arreses, fundadora de CITA (Consultorios Interdisciplinarios de Trastornos Alimentarios)
En la República Argentina, así como en el resto del mundo, la estereotipación de los cuerpos es un problema social que genera graves consecuencias en las personas. Es por eso que, a través de distintos programas de concientización, se intenta disminuir esta visión generalizada sobre los cuerpos humanos para comenzar un proceso de aceptación.
El Sistema Único Normalizado de Talles de Indumentaria (SUNITI), establecido por la Ley de Talles en Argentina (sancionada en 2019 y reglamentada dos años después), es un paso importante hacia la homogeneización de los talles de ropa.
Las medidas corporales estandarizadas para el SUNITI se basan en un estudio antropométrico específico para la población argentina, el cuál es llevado a cabo por el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), conocido como el Estudio Antropométrico Nacional Argentino (EAAr), el cual continúa en curso. Este análisis consiste en el uso de un scanner 3D que en pocos segundos toma entre 300 y 400 imágenes de un cuerpo a través de sensores infrarrojos.
Como nos vemos, nos sentimos Todos tenemos una estructura única y la ropa debe adaptarse a esa diversidad. La autoestima está estrechamente ligada a cómo nos sentimos según nuestra apariencia. La posibilidad de encontrar prendas que nos hagan sentir cómodos/as y seguros/as es fundamental para nuestra salud mental.
La ley exige que las marcas y locales de ropa se ajusten a los talles estandarizados. Esto implica una responsabilidad compartida: por parte de los fabricantes, ya que deben confeccionar prendas que
se adapten a diferentes tipos de cuerpos; y de los comerciantes, quienes deben ofrecer una variedad de talles y no perpetuar estereotipos de belleza.
Además, la Ley de Talles es una oportunidad para educar a la sociedad sobre la diversidad corporal y la importancia de aceptarnos tal como somos. Los medios de comunicación, las escuelas y las familias desempeñan un papel crucial en este proceso.
Aunque aún no está completamente implementada, ya que lamentablemente muchos comercios eligen sostener los estereotipos dirigidos por la moda y el marketing en vez de asegurar comodidad
y seguridad a la población, la ley promete un futuro en el que las personas no se sientan limitadas por su talle al elegir ropa.
En resumen, la Ley de Talles no solo es una cuestión de moda; es un paso hacia una sociedad más empática y consciente de que todos merecemos respeto y comodidad en nuestra propia piel, y para eso es sumamente importante un cambio dentro del marco legal que nos acompañe en este camino.
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